
Teniendo esta inevitable atracción por los malvados de película, tengo que destacar a un nuevo malvado que surgió ayer en la final del mundial.
Bert Van Marwijk ayer me dió la sensación de ser un personaje de alguna serie infantil de dibujos animados. Ese terrible entrenador despiadado capaz de cualquier estratagema con tal de alzar la copa del mundo.
Bert ordenó a sus chavales holandeses, esos que tan bonito jugaban en la eurocopa de 2008, que frenaran a los españoles a base de patadas. Les debió decir, hoy sin misericordia y seguramente cogió a Van Bommel del cuello para asignarle el cargo de brazo ejecutor. Un malo legendario sin duda, mucho más malo que Voldemort. Aunque como buen malo de película tuvo que acabar humillado por el héroe de turno, en este caso Iniesta, aunque la chica se la llevó Casillas.
Al final del partido se quitó la amarga medalla de plata según la recibía y se quedó pensando como conquistar el mundo mientras echaba una mirada de desprecio a sus rivales.
Bert Van Marwijk ayer me dió la sensación de ser un personaje de alguna serie infantil de dibujos animados. Ese terrible entrenador despiadado capaz de cualquier estratagema con tal de alzar la copa del mundo.
Bert ordenó a sus chavales holandeses, esos que tan bonito jugaban en la eurocopa de 2008, que frenaran a los españoles a base de patadas. Les debió decir, hoy sin misericordia y seguramente cogió a Van Bommel del cuello para asignarle el cargo de brazo ejecutor. Un malo legendario sin duda, mucho más malo que Voldemort. Aunque como buen malo de película tuvo que acabar humillado por el héroe de turno, en este caso Iniesta, aunque la chica se la llevó Casillas.
Al final del partido se quitó la amarga medalla de plata según la recibía y se quedó pensando como conquistar el mundo mientras echaba una mirada de desprecio a sus rivales.